jueves, 26 de enero de 2012

Comunicación y Cibernética, apuntes

         La evolución de las Ciencias de la Comunicación ha estado marcada por los cambios en las Ciencias Sociales y en particular en la Sociología que ha sido su principal motor, sobre todo en la investigación de la Comunicación de masas(1). Los enfoques teórico-metodológicos provenientes del Mass Communication Research venían directamente influidos por la Sociología funcionalista que entonces dominaba el ambiente teórico estadounidense, tanto que sus principales nombres eran ciertamente sociólogos que aplicaban su teoría de modelización cibernética (ciertamente tomada de una simplificación del enfoque de Talcott Parsons) a la comunicación de masas.

Mass communication resarch, comunicación y cibernética
            Estos primeros acercamientos eran, además de caricaturas de la sociología funcionalista, de corte claramente conductistas y aspiraban a descubrir formas de inducir comportamientos tanto en potenciales consumidores (en los estudios de marcado) como en los ciudadanos (en casos de estudios de carácter políticos). Por citar solo un ejemplo elemental, la teoría de la bala mágica (o aguja hipodérmica) partía del supuesto claramente conductista de que los receptores de un mensaje mediático iban a actuar del modo en que se esperaba(2).
La teoría de la aguja hipodérmica fue rápidamente superada por infinidad de modelos gráficos que adquirieron carácter cibernético donde se daba mucho interés a la circulación de la información, inicialmente de modo unidireccional, luego bidireccional al incluir la noción de feedback o retroalimentación generando así dos tipos elementales de modelos, los de bucle abierto que son aquellos en los que la señal de salida no vuelve al emisor tales como el modelo de Harold Laswell y la infinidad de variaciones que diversos autores le han hecho y la teoría matemática (que igualmente tiene una complejidad mayor que luego se mencionará), y los de bucle cerrado en los que la señal de salida se convierte a su vez en parte de la señal de entrada  tales como el de Osgood y Schramm, el espiralado de Dance e incluso el de De Fleur y también los más complejos modelos de Gerbner y Newcomb(3).
Esta diferenciación entre modelos de bucle abierto y cerrado es más efectiva al momento de analizar la comunicación que la clasificación gráfica (que diferencia entre lineales, circulares y reticulares(4)) ya que permite, además de entender la relación entre sus componentes, analizar el rol que juega cada uno de ellos en el proceso de comunicación y sobre todo como se da la circulación de la información. Además, por más complejidad aparente que estos modelos presenten siguen sin tener en cuenta elementos tales como el criterio de los individuos (que son atomizados en macroidividuos tales como medios, audiencia, gobierno) ni su capacidad de relacionamiento interpersonal, el primer modelo que realmente incluye a los sujetos como actores en tanto tales y se interesa en sus relaciones entre sí es el llamado modelo del doble flujo o two step flow de Paul Lazarsfeld y Elihu Katz en el que, más allá de no tener en cuenta el posible feedback(5), se planteaba que más que ser influidos directamente por los medios, los miembros de la audiencia (que por primera vez no era entendida como una cosa homogénea) recibían los mensajes de los medios influidos por individuos cercanos con mayor conocimiento o competencia en el tema a los que llaman líderes de opinión(6).

La verdadera entrada de la información

Modelo derivado de la Teoría Matemática de la Comunicación.
              Todos estos modelos enfocados en el estudio del flujo informacional eran claramente sistemas autopoiéticos o cerrados operacionalmente(7), esta visión, que no era fruto de una postura epistemológica sino de una simplificación excesiva propia de la corriente funcionalista hegemónica en la sociología americana de entonces, siguió desarrollándose hasta los setenta(8) pero a pesar de su pretensión de haberla superada con enfoques más complejos tan solo agregó elementos a fórmulas de dudoso valor epistemólógico mientras que en la dimensión del flujo de la información no logró superar a la Teoría Matemática de la Comunicación de Claude Shannon y Warren Weaver que presentó un modelo alopoiético(9) en el que el funcionamiento del modelo (lineal) era alterado no por la irritación externa sino por la irrupción de un elemento externo (el ruido) a su interior que puede llevar a la muerte del sistema (en los sistemas autopoiéticos la muerte del sistema, aun influida por una irritación exterior, es siempre fruto de propio funcionamiento del sistema).
              Así, tomando elementos de la recién surgida teoría de sistemas (se puede situar el origen de la Cibernética en el trabajo de Norbert Wiener para las Fuerzas Armadas estadounidenses alrededor de 1940), Claude Shannon (que era ingeniero en telecomunicaciones) los combinó con elementos propios de la teoría termodinámica para el desarrollo de su teoría que al agregar las nociones de ruido (el ruido no es la desinformación sino la información desordenada) y entropía (la dimensión de homogeneidad de un sistema).
Claude Shannon
Para Shannon y Weaver (quien trabajó con Shannon en el desarrollo del modelo a partir de las investigaciones en criptografía de Shannon para la Bell durante la segunda guerra mundial(10) los mensajes informacionales contenían elementos con más información que otros, los elementos de menor información (por ejemplo los conectores o adyacentes) generalmente tienen más posibilidad de aparecer y si falta alguno (o incluso varios) es muy posible que el mensaje pueda entenderse a la perfección (como en un telegrama o un mensaje de texto con palabras abreviadas) pero la ausencia de elementos ricos en información puede generar que el mensaje pierda su ininteligibilidad. La entropía es la medida de la homogeneidad del sistema, cuando todos los elementos de un mensaje tienen la misma información y la misma probabilidad estadística de estar presentes la entropía es máxima y se dice que no hay pérdida de información.
Pero hasta aquí el sistema sigue siendo cerrado, hay que agregar las perturbaciones como elementos ajenos al sistema para que este sea alopoiético. Para Shannon, estas perturbaciones son principalmente tres, la atenuación (la energía o fuerza del mensaje disminuye con el aumento de la distancia), la distorsión de retraso (no todas las señales y mensajes se transmiten a la misma velocidad) y fundamentalmente el ruido que es la intromisión de otros mensajes en el mensaje que se pretende enviar. Este ruido lo que hace es aumentar la incertidumbre y disminuir la homogeneidad del mensaje haciendo que este pierda inteligibilidad.
El modo en que se puede superar el problema de incertidumbre generado por el ruido es mediante la redundancia, es decir, repetir el mensaje (o algunos de sus elementos principales) para aumentar la homogeneidad del mensaje a niveles de mayor inteligibilidad así signifique mayor gasto de energía y ancho de banda (tanto en términos denotativos como metafóricos) y por ende pérdida de eficiencia.
Así es como los sistemas sociales tales como un sistema de gobierno, un sistema de medios masivos de comunicación o un sistema de control de las conductas de los individuos (en términos Deleuzianos) se generan mecanismos de control redundante que se aseguran que el mensaje no se vea perturbado por movimientos sociales antisistémicos tales como la inundación de mensajes publicitarios en la vía pública, la exigencia de tener ciertos documentos estatales al día o la constante presencia de la violencia tanto en los medios como en el discurso público.


(1)Aunque existen varias aportes de la Sociología a la comunicación interpersonal como los casos de la Teoría de la acción comunicativa de Jürgen Habermas, Las teorías sobre el poder de Michel Foucault y Gilles Deleuze, las nociones etnometodológicas aportadas por Pierre Bourdieu y la escuela de Birmingham (y los estudios culturales en general) y los aportes de la sociología funcionalista al estudio de la comunicación grupal, sobre todo el aporte de Niklas Luhmann, entre otros. También existe un fuerte diálogo entre la Sociología (sobre todo la más filosófica o la vinculada a la cultura) y la Semiótica, diálogo en el que la Semiótica adopta objetos de estudio más allá de los signos aislados y se enfoca más en elementos culturales y la Sociología utiliza a la Semiótica como campo de análisis y metodología (tal como era la presunción de Julia Kristeva cuando calificaba a la Semiótica de disciplina imperialista).
(2)Mattelart, Armand; Mattelart, Michèle; Historia de las teorías de la comunicación; Paidós; Barcelona; 1985.
(3)McQuail, Denis; Windahl, Sven; Modelos para el estudio de la comunicación colectiva; Universidad de Navarra; Pamplona; 1984.
(4)Ibídem.
(5)Feedback que si se analiza realmente el carácter anecdótico y banal de la participación del público y la pasividad en su consumo de medios es en todo caso dudoso, de hecho este modelo fue el fruto de la primer investigación sistemática y medianamente seria de los efectos de los medios masivos en unas elecciones presidenciales.
(6)McQuail, Denis; Windahl, Sven; Op. cit.
(7)Autopoiésis y clausura operacional son conceptos desarrollados por los biólogos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela que rápidamente fueron tomados por la cibernética (de hecho Maturana y Varela son probablemente los dos grandes impulsores de la vuelta al biologicismo de la teoría de sistemas) que refieren a sistemas claramente diferenciados de su ambiente y que producen y destruyen sus propios elementos como respuesta a su interacción con el entorno o en las palabras de los propios autores “Una máquina autopoiética es una máquina organizada como un sistema de procesos de producción de componentes concatenados de tal manera que producen componentes que: i) generan los procesos (relaciones) que los producen a través de sus continuas interacciones y transformaciones, y ii) constituyen a la máquina como unidad en el espacio físico”, Maturana, Humberto y Varela Francisco; De máquinas y seres vivos; Editorial Universitaria; Santiago de Chile; 1998.
(8)Aunque hoy se sigue enseñando como metodología de investigación social en varias carreras.
(9)Por oposición a un sistema autopoiético, un sistema alopoiético es un sistema en que el producto de su operar es diferente de el propio sistema y que no está tan claramente delimitado de su entorno, Ibídem.
(10)De hecho, si bien La teoría matemática de la comunicación se publicó en 1949 Shannon ya había publicado una primera aproximación al tema desde la criptografía en julio de 1948 en The Bell System Technical Journal (periódico interno de la Bell) que de hecho era una versión ampliada de un documento clasificado que había preparado en 1945.

jueves, 19 de enero de 2012

Axiomas de Incompletitud

Sociopolítica a propósito de Wall-e

Axioma I: El nuevo materialismo histórico (primer enmienda a Marx)
En el futuro previo al Apocalipsis sanitario propuesto por Andrew Stanton en esta película(1) finalmente el hombre ha dejado de lado la vieja dialéctica histórica marxista de explotación del hombre por el hombre e implantado una nueva estructura dialéctica de producción basada en el uso de las máquinas como exclusiva fuerza de trabajo, por supuesto que este uso no puede ser puesto en duda puesto que la máquina es una creación del hombre y además debido a que están programadas por él son controlables y a diferencia de los proletarios las máquinas no se sindicalizan. De este modo el hombre se emancipa del trabajo que había sido su emancipador de la simiedad(2) quizá evolucionando a una nueva raza emancipada de la laboralidad del homo sapiens u homo otium(3).
Entonces, mientras las máquinas producen por él, el nuevo hombre (muy lejano del hombre nuevo) se dedica a dos tareas, consumir y atender a quienes consumen, tal es la nueva dialéctica de clases de la era poslaboral, por lo tanto, con las máquinas como único factor productivo y sin relaciones de clase en las que intermediar el estado se convierte entonces en algo obsoleto y desaparece dejando su lugar a un mejor articulador, un articulador más competente en este nuevo sistema de clases: el enterprise(4).

Axioma II: Gea II o la redefinición del mundo por la profilaxis (segunda enmienda a Marx)

Al subir a la nave-arca los seres humanos (o al menos los más favorecidos) se inscriben en un nuevo ser-en-el-mundo, un ser-en-el-mundo ya no definido por el propio mundo sino definido por el mismo hombre, mundo cuyas funciones, debido a su carácter sintético, necesitan ser explicitadas y donde las máquinas son centinelas de esa explicitación. Pero al ser necesario explicitar todas las funciones de dicho mundo en un código cibernético este se convierte en ley universal e inviolable principio determinante de la máquina-centinela que por lo tanto sumirá al hombre en un sistema de profilaxis basado en el confort a partir de la tecnología de carácter inviolable.
De este modo en este arca-mundo la seguridad y supervivencia del hombre está bajo el resguardo de las máquinas y de su código inviolable de carácter cibernético, sin posibilidad de segunda interpretación sin metáfora, sin ideología, y es justamente este código sin ideología el que lleva a la máquina (al igual que a Viki en Yo Robot(5) de Alex Proyas) a pensar que el hombre no es lo suficientemente apto para cuidarse a sí y por eso toma la decisión de cuidarlo de él mismo, pero a diferencia de lo que sucede en la película de Proyas, aquí el sistema de profilaxis maquínico liderado por Auto (que recuerda tenebrosamente a Hal 9000 de 2001 Odisea del espacio(6) de Stanley Kubrick) utiliza un modo más sutil, con el ser humano embriagado de confort el sistema de seguridad-control solo debe proveerle de más confort y consumo para que no se percate de la sobredecodificación del centinela.

Axioma III: Sobre el control redundante o la legitimación por la tautología (apuntes a Lenin)

Por si el mecanismo de control por el confort no fuera suficiente el sistema de profilaxis maquínico desarrolla también un segundo mecanismo de control basado en la tautología, es decir en la demostración por la repetición y la autodemostración. Así la máquina-profilaxis media el mundo de confort en el que viven los pseudos-humanos siendo el único agente de interacción entre ellos y el consumo y entre ellos entre sí llevándolos a vincularse solo de manera virtual y mediada por pantallas, de esta forma no hay modo de poner en duda el sistema profilaxis-medio sin poner en duda la propia existencia y sin descreer del lazo social y de la existencia del otro.

Axioma IV: La naturaleza del lazo social (apuntes comparados a Marx y Lyotard)

Entonces cuando la torpeza de Wall-e desconecta las pantallas-mundo de dos de esos poshumanos estos quedan destecnologizados más no desmediatizados pues al desaparecer la pantalla se encuentran ante otro medio, el rostro y es solo allí cuando aparece el otro, el otro mediado por su propia rostridad(7), el otro que se une a nosotros solo en tanto que actor de la lucha contra la máquina, máquina que hasta dos minutos antes era todo el mundo, es decir, solo mediante la autidentificación con el otro a partir de su rostro-medio y la posterior autodefinición por la diferencia común con otro más otro es que se genera el lazo social, lazo social que por lo tanto es a la vez múltiple, compuesto por pliegues(8) por estar compuesto por individuos disímiles que se identifican uno con el otro por los elementos mediales y dual y conflictivo tal como lo ven los teóricos marxistas.

Teorema primordial: La forma de la unión (refutación a Parsons, vindicación a Marx)

Desde su nacimiento a manos de Auguste Comte el pensamiento funcionalista sistémico se ha basado en la premisa de que la sociedad es un todo unitario y solo puede funcionar como tal, a ese pensamiento Talcott Parsons le agrega la condición de sistema autorregulado llevando así el sistema de orgánico a cibernético, esta visión de la sociedad como sistema autorregulado de corte cibernético (que alcanzará su radicalidad más delirante a fines de los sesenta en la obra de Niklas Luhmann y se terminó convirtiendo en la actual comunicación organizacional teorizada sobre todo por los nuevos sociólogos enfervorizadamente capitalistas de Estados Unidos y Japón(9)) es lo que llevó a las sociedades occidentales primero al neoliberalismo hoy ya temporalmente agotado y en pleno capitalismo tardío a los sistemas de legitimación por la tautología y la posterior cesión de los derechos de defenderla a las máquinas(10), máquinas que son efectivamente sistemas autorregulados cibernéticos de primer orden(11) y que por lo tanto no tendrán posibilidad de interpretar los comandos sino solo de cumplirlos irrestrictamente, esto puede ser visto como bueno puesto que no habrá posibilidad de malas interpretaciones pero como bien nos han enseñado los últimos cien años de hermenéutica no existen tales malas interpretaciones y es solo mediante la interpretación que se desarrolla un criterio, criterio ideológico del que las máquinas (al menos las de matriz cibernéticas) están imposibilitadas y que sin él no pueden entender aquello que los juristas llaman erróneamente “el espíritu de la ley” y que más correctamente podríamos llamar el elemento vital, simbólico y socializador que solía haber tras de cada ley.
Tras estas consideraciones se debe tener en cuenta el paradigma opuesto al paradigma funcionalista sistémico que es justamente el paradigma marxista de la oposición, oposición de clases, órdenes o de una manera más abarcativa excluyentes y excluidos(12), este paradigma parte de la idea de la “lucha de clases”(13) como motor de la historia y del materialismo dialéctico según el que son las condiciones materiales de producción las que determinan las formas de socialización y desenvolvimiento de los grupos humanos(14), y son estos dos materialismos (histórico y dialéctico) los que llevan a la toma de conciencia de sí de los humanos viajeros-habitantes de la nave-prisión cuando casi sin querer se revelan contra el otro más otro que son las máquinas.

Corolario I: Sobre la necesidad de la hermenéutica (vindicación a Trotsky)

Una vez comprendidos los peligros que se esconden tras la codificación cibernética del lazo social aparece la necesidad del nervio hermenéutico capaz de generar en todo momento una operación ideológica y de criterio capaz de superar las barreras de la codificación, hermenéutica que debe ser puesta en juego de forma constante, permanente evitando así el riesgo de caer en la codificación dura y tautológica del confort. En esta película resulta paradójico que ese nervio hermenéutico lo haya desarrollado un robot, aunque ese robot lleva setecientos años de interacción con un mundo que le propone desafíos nuevos y que por lo tanto le exija respuestas nuevas que estaban fuera del campo previsto por su programación obligándolo así a trascender el código cibernético mientras que la humanidad ha sido consensuada con su entorno no exigiéndosele respuesta alguna y por tanto sumiéndolo en la redundancia del confort.

Corolario II: Crítica a la antropología posmoderna (nueva vindicación a Marx)

Si bien a pesar de cientos de años de iluminismo igualizante y como bien apuntan algunos de los principales nombres de la teoría posmoderna (Guattari, Baudrillard, Deleuze) subjetivamente el individuo se convierte en único e inabarcable las situaciones de stress ante las que el ser humano se encuentra lo llevan a desarrollar un impulso colectivizante (sea este revolucionario, conservador o de cualquier otro tipo(15)) que lo hace uno con el otro, y eso es justamente lo que sucede en la película cuando tras las dos primeras “liberaciones” y la “iluminación” del capitán de la nave-máquina el resto de los neohumanos son desmedializados (al menos de su medianidad tecnológica pues su rostro siempre está allí) toman conciencia de sí (sea por la semejanza con el segundo, diferencia con el tercero o tal como se propuso en el axioma IV por ambas razones) y forman así algo uniforme a lo que se podría llamar humanidad, es la vuelta de la masa que se había perdido y vuelve a ingresar en la historia luego de setecientos años de apartamentos y walkman.

(1) Wall-e; Estados Unidos; 2008.
(2) Según Engels, Friedrich; El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre; Quinto sol; Lima; 2008.
(3) Otium por ocio.
(4) Resulta interesante constatar que la nave de Star Trek se llama empresa.
(5) I, Robot; Estados Unidos; 2004.
(6) 2001, A space odissey; Reino Unido; 1968.
(7) El término rostridad en tanto definición del uno representado mediante el rostro fue acuñado por Sloterdijk, Peter; Esferas I, Burbujas; Siruela; Madrid; 2003.
(8) Lyotard, Jean-François; La condición posmoderna; Cátedra; Madrid; 1987.
(9) Comunicación organizacional reformulada en Latinoamérica por una práctica comunitario-pedagógica que pretende ser un discurso de ayuda a los estratos “más bajos” (¿Cuál es el parangón de la bajeza?) y que intenta evangelizar a los “ajenos” a la sociedad integrándolos a una sociedad homogénea mediante el evangelio de la “comunicación”, espantoso discurso de la nueva “izquierda” Latinoamericana socialdemócrata (horrible heredera de los viejos partidos ideológicos hoy ya totalmente inscriptos en el juego burgués), izquierda socialdemócrata que contrariamente a hacer la revolución legitima el discurso integrador del capitalismo agregándole además un componente de violencia simbólica al suponer no solo que el otro necesita ser salvado sino que somos nosotros quienes debemos salvarlos y que es justamente nuestro evangelio comunicacional (informacional cibernético, nunca metafórico, nunca ideológico) aquel que los va a llevar al reino de la salvación.
(10) Esto no solo se da en las tres películas ya citadas (Wall-e, 2001, Odisea del espacio y Yo, Robot) sino también en Terminator II, The Matrix y unas cuantas más.
(11) De primer orden pues no se consideran a sí mismos parte del sistema al cual protegen.
(12) Esta oposición entre el funcionalismo sistémico y el materialismo dialéctico marxista fue destacada por primera vez en Berguer, Peter y Luckman, Thomas; La construcción social de la realidad; Amorrutu; Madrid; 1968 y luego retomada por Lyotard, Jean-François; Op. cit.
(13) Esta lucha puede ser de clases sociales, económicas, biológicas o incluso como en el caso de la lucha contra las máquinas de carácter ontológico.
(14) Idea que como se ve no está tan lejos del “determinismo tecnológico” de Mc Luhan planteado de diferentes maneras en dos de sus obras clave, Mc Luhan, Marshall y Fiore, Quentin; El medio es el masaje. Un inventario de efectos; Paidós; Buenos Aires; 1967 y McLuhan, Marshall; La galaxia Gutenberg; Aguilar; Madrid; 1972.
(15) Aunque quizás sean estos dos (el revolucionario y el conservador) los únicos dos impulsos colectivizantes.